sábado, 29 de noviembre de 2008

Las tres puntas del triángulo (Capítulo 4)

Tras una opípara cena, eso sí sin salir de la habitación, hice el gesto de levantarme y el señor Ekain me miró incómodamente.
-¿Se.. Se va usted?-me dijo como si no fuera de su agrado.
-Pues si- contesté- tengo que ir a la comisaría a seguir consultando cosas sobre el caso- en realidad yo quería ir a mi casa, ver como había quedado el Atletico de Madrid y dormir un poco
-¿Pero no puede usted consultarlo aquí?-contestó el vasco, visiblemente nervioso.
-Bueno... Es que necesitaría un ordenador..
-Tengo yo aquí un portatil y este hotel tiene Wi-fi....-contestó rapidamente.
-Ah...- "Me cago en..." pensé para mis adentros.- Ah muchas gracias..-"Muchas gracias...Muchas gracias..."
Mientras me metía en el ordenador del ministerio de justicia y escribía mi nombre de usuario y la clave, alzé la voz y emití una pregunta.
-¿Bueno y esa llave...la tiene usted ahí?
-Si... por supuesto.-mientras hablaba, sacaba una pequeña tarjeta de su cartera-Aqui la tiene
Dejé el ordenador por un segundo y dirigí mi mirada a la tarjeta... Parecía una tarjeta de las de las cabinas de telefono. Era plana, de plástico y en la superficie tenía una especie de microchip dorado. ¿Esto era una llave?
-¿Que es esto?- al decir eso me dí cuenta que sonaba tan profesional como Mortadelo.
-Es una llave lógica-contestó el señor Ekain, pero al ver que el término parecía no haber dejado huella en mi cerebro, prosiguió- Genera un codigo aleatorio que sigue un estricto logaritmo, solo su combinación con las otras dos llaves genera la clave real que da acceso al dinero en suiza.
-Joder con la técnica, y yo creyendo que lo de la TDT era técnología punta...
Pude notar repugnancia en la mirada del vasco por un segundo y luego se sentó guardando la tarjeta en la cartera. Supuse que en ese momento mi credibilidad como detective, o la que me quedara, se había ido de viaje a Cuba.
Mirando más profundamente en los archivos policiales, pude leer que el que había hecho la autopsia del señor Jaume Clavell era un tal Jordi Serrá. Un forense de la localidad de Salou, apunté su telefono y me preparé para llamar al día siguiente. Miré de reojo al señor Ekain, quien estaba sentado en un lado de la habitación leyendo un libro. Y miré la página web del Marca a ver como había quedado el Atletico...
-¡Me cago en la puta! Otra vez...- grité sin poder contenerme.
El señor de cara ratuna levantó la mirada del libro ,sobresaltado.
-¿Ha pasado algo???, Otra muerte... ¿El abogado sevillano tal vez?
Cerré la página web donde se mostraba que el Atletico había vuelto a perder en casa , con la actitud de un niño sorprendido por su padre viendo... las páginas que se ven en internet.
-NO... nada.... que... La página del ministerio, ya se sabe... Que tiene problemas y se ha quedado colgada y eso...
-Ah bueno -dijo el vasco con desgana-¡No me pegue esos sustos, hombre de Dios!
Me metí de nuevo en la investigación del caso ,algo contrariado, mientras escuchaba como tras de mí el señor acecinado hacía lo mismo con su libro.
Y así pasó la noche. Saqué en claro que esos siete años habían hecho una virguería de pasta y las empresas en que trabajaron estaban contentas. Unas mas que otras. Y que el tal Clavell fué un tío impresionante. Se fué a Estados Unidos a los 12 años para estudiar en una escuela para superdotados, a los 15 ya había terminado la enseñanza básica y a los 18 ya era economista , tenía más títulos que los malditos del Real Madrid y era un afamado consultor en Cataluña. Y despues a los 25 cuando tenía mas pasta que el Rey, va y la casca... La vida es una mierda...
Me desperté sentado sobre un sillón de la habitación, con baba en la mejilla y un dolor de espalda insoportable. En una esquina el señor Ekain miraba ,embutido en una bata, la tele.
Me levanté a ver que veía pero era un programa muy raro. La pantalla era mas pequeña y debajo no hacía mas que pasar números y letras a toda pastilla de derecha a izquierda. En la parte superior, un tipo daba noticias como en el telediario.
Mientras, el vasco tomaba notas enfervecido en una pequeña libretilla, como si la vida le fuera en ello.
Tras mirar ese informativo raro, en silencio, me dí cuenta que no hablaban nada de fútbol y me dirigí a la puerta de la habitación.
-Señor Ekain- dije - Voy a bajar a comprar el periódico. ¿Quiere usted algo?
-No, gracias. -me contestó sin subir la cabeza de su libretilla.
-Vale...
Abrí la puerta y me encaminé por el pasillo en dirección al ascensor. En mi camino, los carritos de las limpiadoras señalaban que ya estaban haciendo las habitaciones. Una de las limpiadoras pasó a mi lado y mi mirada se posó en esos modelitos tan sexys que tienen con esa minifaldita de tubo y esa ropita tan... Ya está, otra vez estaba divagando. Pero es que esa limpiadora estaba muy buena. Con una sonrisa picarona me dirigí al ascensor...
Tuvieron que pasar unos segundos cuando ya había descendido unas plantas cuando un chas se hizo en mi mente.
Hay dos cosas que nunca olvido: La alineación de mi Atletico del alma y a una mujer bonita. Y a esa limpiadora la había visto antes...
De repente, su cara se mostró de nuevo ante mí con unas ropas un poco mas caras. Esa mujer era la esposa del Clavell, del genio de las finanzas que había muerto de un paro cardiaco.¡Mierda!
Había descendido 4 plantas y la puerta se abrió de nuevo, frente a mí 3 muchachos grandes se dirigían hacia el interior del ascensor.
-Abran paso, agente de policía-grité mientras intentaba salir del ascensor.
-¿Was?- contestó uno de los gigantes bávaros que pugnaba conmigo, yo por salir , ellos por entrar.
Al final, ellos entraron y la puerta se cerró
Malditos americanos. Todo parece tan fácil en las películas. Bajamos dos plantas más. Los alemanes se bajaron y volví a tocar la tecla de subida al 6 piso.
La sintonía del hilo musical era aún mas irritante que mi propia torpeza, mientras subía lentamente al rescate. Había pensado en subir por las escaleras... Pero hubiera tardado más... Quizás todo el día..

1 comentario:

Nicasia dijo...

Adoro el genero negro, lo adoro con toda mi alma y tu deberías presentar esto a algún concurso o lo que sea. A ver si pillo un buen buscador de editoriales y les pasas esto como si de un spam de viagra se tratase. En serio soy una fanática de Pepe Carvalho y esto no lo desmerece.
Hay que lograr que lo publiquen. Te mantendré informado