jueves, 24 de julio de 2008

Las tres puntas del triángulo (Capítulo 3)

La situación requería una recopilación de información. Tres tipos de distintos sitios hacen un pacto para llevarselo calentito. Y ese dinero se envía a una cuenta en Suiza. Uno muere, de muerte "natural", otro de un "robo y homicidio" y el tercero estaba sentado frente a mí. El que manejaba la cuenta pero sólo para hacer ingresos estaba desaparecido. Y yo, capullo de mí había firmado no se que papel que, vete a saber lo que me comprometía. Sherlock Holmes hubiera hecho un ingenioso simil con animales y cazadores.Pero como yo no era el violinista fumeta ese, en mi mente solo había una frase. "¡VAYA MARRÓN!"

Llegados a este punto sólo había una cosa que podía hacer... Hablar con mi jefe.

Le dije al contable que me esperara un segundo y me dirigí con paso firme al despacho del comisario.

Tras una puesta en situación en la que oí algunos insultos y menciones a mis familiares difuntos. Parecía que se había calmado y se balanceaba en su sillon de cuero. Fruncio los labios gruesos y movío de un lado a otro ese bigote de morsa que hacía que su redonda cara parecíera salida de un cuadro de Botero.

-Osea, Rebollo...- rompió a decir- Que has firmado un compromiso con el departamento a un malversador...

-Es un delito de espionaje industrial- intenté corregirle.

-ME IMPORTA UNA MIERDA LO QUE SEA...-dijo el comisario, dando un golpe en la mesa, una grapadora saltó al suelo enmoquetado- Lo que has hecho ha sido una gilipollez, ¡Con razón dice Marisa que eres un calzonazos! Bueno y que carajo vas a hacer , porque te recuerdo que el caso está cerrado.

-Pero señor...- cuanto odiaba llamarle señor- La historia tiene lógica y deberíamos hacer una investigación de la anterior muerte. Hacer un levantamiento del cadaver...

-Un levantamiento.... ¡Un levantamiento del cadaver dice!. Si Marisa tiene razón , tu solo has tenido un levantamiento en toda tu vida, asi que no me toques mas las pelotas... Tu has firmado la protección policial y la investigación , asi que protégele e investiga tú. El departamento no puede perder a personal profesional en estas estupideces...

-¿Entonces no sigo el caso...?

-He dicho que no nos podemos permitir ceder personal profesional. A un capullo como tú se lo daría hasta al servicio de limpieza si me lo pidiera. Asi que, hala a currar... Y olvídate de ese levantamiento...

Cogí la grapadora, salté por encima de la mesa y le grapé la lengua hasta que no quedaron grapas en el aparato. Bueno en realidad, quise hacer eso. Pero hubiera perdido mi trabajo, asi que me di la vuelta cerré la puerta y me cabree yo solo mas que un mono.

Volví a mi mesa con un gran cabreo y unas ganas terribles de matar a mi jefe. En ella seguía el señor de cara ratuna aferrado al contrato por mi alma.

-Bueno, señor Ekain. Nos haremos cargo de la investigación y la protección de su persona la llevaré yo personalmente...

La sonrisa extraña de este hombre que me hacía poner el vello de punta volvió blanquear su rostro grisáceo.

Le dije que esperara allí mismo mientras segúia informándome sobre el caso, a lo que respondió que si podía irse al hotel donde estaba. Le dije que sí. Que me personaría allí en unas dos horas y que no abriera la puerta a nadie. Lo que me hizo preguntarme..."¿me pagarían las horas extras?"

En los archivos policiales no había nada de relevancia sobre el administrador. Juan Gómez Martín-Figueroa , 63 años. Viudo, sin hijos. Importante administrador de la capital andaluza. No tenía ni una triste multa de aparcamiento y parecía un tipo modélico. En la información del colegio de administradores de sevilla me dieron un teléfono. Llamé y no obtuve respuesta. Apunté ese teléfono en mi libreta y pensé en seguir llamando mas tarde.

Ahora había que investigar al tal Jaume... ¿Como carajo se apellidaba?. Miré en internet en noticias y tras unos largos tres cuartos de hora dí con la noticia en el Heraldo de Aragón online. Jaume Clavell Arnau 25 años, muerto por paro cardiáco en su casa. ¿Paro cardiáco con 25 tacos? Iría cargado de eso que se meten los yupis... Le llamaban el Niño de las finanzas, y por lo visto era como un Bill Gates de Badalona, un chico con una carrera brillante y un futuro prometedor. Ví una foto suya en internet. De muerte natural era jodido, porque tenía un cuerpo de atleta y una mujer despanpanante. ¡Joder! Unos tanto y otros tampoco. La verdad es que no se decía mucho de quien había hecho la autopsia ni nada de eso, como era lógico, esa información no sale en los periódicos.

Bueno, el tiempo que prometí a mi protegido se había acabado y me tenía que dirigir al hotel. Cogí el metro y tras unos pocos minutos me encontraba en la puerta del hotel. Mostré mi identificación a la recepcionista y pedí la habitación. Llamé para ver como estaba y avisar que iba para allá. Pero, algo pasaba... no cogía el telefono. Me pareció raro y le pregunté a la recepcionista si le había visto salir. Ella me confirmó que no había entregado la llave electrónica y que no le había visto. Esto no me gustaba nada.

Mientras subía nervioso en el ascensor, aferraba mi pistola sin sacarla dentro de la funda sobaquera... No me gustaban los enfrentamientos físicos. Prefería el análisis y el trabajo mental.

Me dirigí a toda prisa a la habitación 614 del Hotel, y , colocándome con la espalda contra la pared, llamé ligeramente a la puerta. No hubo respuesta.

Sin pensarlo dos veces, cogí impulso y me lanzé contra ella.

¡Que duras estan hechas las puertas de los hoteles!. Casi pierdo el hombro y salí rebotado contra la pared contraria cayendo sobre mi culo a la vez que sacaba la pistola como si quisiera evitar el ridículo a tiros.

De repente la puerta se abrió lentamente y alzé mi pistola cerrando el ojo izquierdo...

La cabeza acecinada de Ekain salió timidamente.

-¿¿Que ha sido eso??-dijo mirando a un lado y otro desorientado.

Me relaje , eso si con un cabreo monumental y enfunde la pistola en su sitio mientras me incorporaba con dificultad.

-¿Porque carajo no ha contestado cuando llamé?-Le dije con la voz sensiblemente afectada por la ira.

El hombre alzo las cejas y me dijo:

-Usted me dijo que no abriera a nadie...

Me cagaba en toda su familia, pero el tipo tenía razón. Se lo había dicho.

-Bien hecho, señor.. Erabi,...Erak... Bien hecho.

Entré en su habitación con el culo, el hombro y el ego magullados

3 comentarios:

AyuOftenLies dijo...

¿Continuación plis? xD

Nicasia dijo...

Eso digo yo!!!

Sonia dijo...

Eso, eso que yo también tengo ganas de saber como sigue...